Después de 4 días sin rumbo fijo en el D.F, y viendo como el huracán no nos daba tregua con su lluvia ni a la ciudad ni a mis ánimos, decidí cambiar de rumbo.
Otro camino, otros momentos, otras personas... así que me fui al aeropuerto, compre un pasaje y me monté de nuevo en un avión, esta vez dirección a Jalisco.
Llegué a Guadalajara entre bosques de nubes blancas enormes, brillantes... hasta quería saltar en ellas!
Es increíble lo que el universo nos puede dar en 55 minutos de vuelo, ese paisaje se hizo ante mí espectacular, e inductor de mis lágrimas emocionadas porque de repente me hizo comprender que pronto llegaría el descanso y sentiría a México bajo mi piel...
Bajamos de ese cielo-cielo y el hermoso e imperturbable lago de Chapala hizo que sintiera:
"que ahora sí,... ahorita si estoy, y soy"
Desde Jalisco, Guadalajara.
Penélope Sierra
Fotografía Penélope Sierra
Qué felicidaaaad Penélope!!!
ResponderEliminarQué buenas noticias para empezar la semana!!!
Un besote enorme...
=)
La sensibilidad es tu virtud, y cuando las palabras corren es porque hay un océano de pasiones en tu interior, sigo pendiente de tu itinerario...
ResponderEliminarUn abrazo...¿aventurero?
Gracias Annie, espero terminar igual y seguir mejor...
ResponderEliminarLa sensibilidad duele cuando sientes que sigues por donde debes, aunque algo no llega a tí como debiera...
ResponderEliminarPor ello me agarro al abrazo de la aventura, para encontrar, para buscar y para entender...Un abrazo