No vives tú vida hasta que haces o trabajas en lo que verdaderamente te hace feliz.
Por que el amor, los amigos, e incluso algunas "formas" familiares podemos escogerlas; pero por motivos que me parece difícil de explicar (por la ausencia de las palabras justas), no tienes tanto poder de elección en lo que queremos hacer con nuestras vidas, y siendo así: Simple y Sencillo, casi nadie lo hace.
Hace unos días un señor octogenario al que no conocía de nada y con el cual entablé una conversación amable y emotiva,
(en una de esas extrañas situaciones a la que a veces se expone mi destino), me dijo: - " He tenido la suerte de trabajar en lo que amaba, en amar y ser amado y llegado el momento, saber parar de trabajar, para seguir amando... a la vida"
Descubrir frases con tan nivel de sensibilidad y emoción en una persona que vive el octavo decenio de su vida, es tan sensacional como lo era su propio rostro, que declaraba y exponía ante mí una senectud tan hermosa y luminosa, como había sido la vida para él hasta ese mismo instante, donde el destino, ... lo puso ante mí.
A veces la vida no te da la oportunidad de nada, ni siquiera de decidir tú propia vida, como a los ojos que acompañan estas líneas y que me rogaron una tarde del otoño del 2004 en Zinacantán (México) un sueño que no era viable ni para él ni para mí.
Si tienes un espacio aunque sea corto en tú vida, vuela y viaja hasta Chiapas, y comprenderás sin la necesidad de las palabras que antes eran ausentes, que la vida es lo que es, y sólo tú tienes la oportunidad de cambiarla.
Chiapas es Kansei.
A Antonio Papadopulos, con toda mi admiración.
Texto y Foto
Penélope Sierra
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